CAPÍTULO XIII
ROBERT DESNOS
Poeta dadaísta y surrealista francés, crítico de cine, periodista y locutor
de radio, autor de una obra monumental que sigue sorprendiendo por su calidad y
dimensiones.
París,
04-07-1900; Campo de concentración de Theresienstadt, 08-06-1945.
Era hijo de un comerciante de Les Halles,
el barrio del mercado central de París.
En 1918 se publicaron sus primeros
escritos en La Tribune des Jeunes, una revista parisina de corte
socialista. Al año siguiente colaboró con la revista de vanguardia Le Trait
d'union, y con algunos poemas en Dadaist Littérature.
Su primer libro Rose Sélavy,
colección de aforismos surrealistas, vio la luz en 1922.
Hacia 1924 intenta un amor imposible y no
correspondido con la cantante y actriz Yvonne George, y para ella escribe,
entre otros, el poema À la mystérieuse. Yvonne murió de tuberculosis a
los treinta y tres años.
En 1928, Robert vio por primera vez a
Youki (Lucie Badoul), hija de un próspero granjero del norte de Francia, casada
con el pintor japonés Tsugaharu Foujita. Se convirtió en amigo cercano de la
pareja y poco a poco se enamoró de Youki. Foujita se dio cuenta de la cercanía
de la pareja y permitió el triángulo amoroso.
Pronto, el pintor encontró un nuevo amor en la joven y bella bailarina y
modelo Madeleine Dormans (Madeleine Lequeux).
En 1930, Youki se separó de Foujita, se
convirtió en la musa del poeta y se fue a vivir con él. Se casaron en 1932 y
vivieron juntos hasta la detención de Desnos en 1944, y su muerte un año más
tarde en el campo de concentración de Terezín en Checoeslovaquia. Youki murió
veintiún años después, en 1966.
Robert conoció a André Breton en la
primera época del surrealismo y se convirtió rápidamente en uno de los miembros
más valiosos del movimiento, debido a su habilidad para entrar en trances
hipnóticos bajo los cuales recitaba sus sueños, escribía y dibujaba. Sus textos
de esta época aparecen en la publicación surrealista Littérature, y en su libro La
Liberté ou l’amour. En sus escritos, llenos de humor, ternura y erotismo,
la acrobacia de las técnicas verbales no le resta méritos a la espontaneidad de
la inspiración. Corps et biens, publicada
en 1930, es una obra que mezcla libremente los sueños y la realidad. En este
mismo año rompió con la rigidez doctrinaria del surrealismo de Breton y empezó
a escribir piezas para radio como la celebrada Complainte de Fantomas en 1933.
Abandonado el surrealismo, empezó a
escribir en formas más tradicionales sus simpatías humanitarias provocadas por
los sucesos de la guerra. Así, entre 1942 y 1944 aparecieron Fortunes, État de veille y Contrée.
En 1953 se publicó Domaine public,
una colección de sus poemas surrealistas y de sus últimos trabajos.
Arrestado por sus actividades en la
Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial, fue deportado y enviado
a campos de concentración donde murió de fiebre tifoidea poco después de que el
campo fuera liberado.
Sus restos reposan en el cementerio
parisino de Montparnasse.
En la casa donde vivió hasta ser
arrestado, se lee en una placa:
Aquí vivió de
1934 a 1944
ROBERT DESNOS
POETA FRANCÉS.
Arrestado por la
Gestapo y deportado
encontró la
muerte debido a que estuvo privado
de Libertad de
Progreso y de Justicia.
COMO UNA MANO EN EL INSTANTE DE LA MUERTE
(Comme une main á l’instant de la mort).
Como una mano que se levanta
en el instante de la muerte y del naufragio,
como los rayos del sol poniente,
así surgen de todas partes tus miradas.
No hay más tiempo, quizás no hay más tiempo para
verme,
pero la hoja que cae y la rueda que gira te
dirán
que nada es perpetuo sobre la tierra, salvo el
amor,
y yo quiero creerlo.
Botes de salvamento pintados de colores rojizos,
tempestades que huyen,
un viejo vals que el tiempo y el viento
arrastran sobre la inmensidad del cielo.
Paisajes.
De otros no quiero más que el abrazo al que
aspiro,
y muera el canto del gallo.
Mi corazón se aflige,
como se crispa una mano en el instante de la
muerte.
Desde que te conocí nunca he llorado.
Quiero mucho a mi amor para llorar.
Tú llorarás sobre mi tumba,
o yo sobre la tuya.
No será demasiado tarde.
Mentiré. Diré que fuiste mi amante.
Y, además, realmente es tan inútil;
tu y yo, moriremos pronto.
TANTO SOÑÉ CONTIGO (A LA MISTERIOSA)
(J'ai tant rêvé
de toi - A la Mystérieuse).
(Fue su último poema, dirigido a su amada Youki).
Tanto soñé contigo
que ya no eres real.
¿Habrá tiempo aún para sentir ese cuerpo vivo y
besar
sobre esa boca el nacimiento de tu adorable voz?
Tanto soñé contigo
que mis brazos acostumbrados a abrazar tu
sombra,
a cruzarse sobre mi pecho,
quizás no acierten a encontrar la forma de tu
cuerpo.
Frente a la realidad que me persigue y me
gobierna
a través de los días y los años,
sin duda me volveré una sombra.
¡Oh, cavilaciones sentimentales!
Tanto soñé contigo
que seguramente no tendré tiempo para despertar.
Duermo, expuesto a todos los avatares de la vida
y del amor,
y tú, eres hoy lo único importante para mí.
Podría tocar menos tus labios y tu frente
que los primeros labios y la primera frente que
aparezcan.
Tanto soñé contigo,
tanto caminé, hablé, dormí con tu fantasma,
que quizás sólo me queda ser un fantasma entre
fantasmas,
una sombra cien veces más sombra que la sombra
que se pasea
y se seguirá paseando alegremente sobre el reloj
solar de tu vida.
EL CEMENTERIO - (Le cimetiére)
Aquí estará mi tumba, y no en otro lugar, bajo estos tres árboles.
Recojo las primeras hojas de la primavera
entre un zócalo de granito y una columna de mármol.
Recojo las primeras hojas de la primavera,
pero otras hojas se alimentarán de la podredumbre final
de este cuerpo que vivirá, si puede, cien mil años.
Pero otras hojas se alimentarán de la podredumbre final,
pero otras hojas se mancharán
bajo la pluma de los que cuentan sus aventuras.
Pero otras hojas se mancharán
con una tinta más líquida que la sangre y el agua de las fuentes:
Testamentos no cumplidos, palabras perdidas más allá de los montes.
¿Con una tinta más líquida que la sangre y el agua de las fuentes
podré defender mi memoria del olvido
como una jibia que huye al perder la sangre, al perder el aliento?
¿Podré defender mi memoria del olvido?
EPITAFIO - (Épitaphe)
Yo viví en esos tiempos. Por mil años
cazado, no caído, estuve muerto.
Con el decoro preso, yo era libre
al lado del esclavo enmascarado.
Yo viví en esos tiempos, y era libre.
Contemplaba los ríos, cielo y tierra
girando alrededor y en equilibrio,
con próvida estación de aves y miel.
¿Qué de vuestra fortuna, seres vivos?
¿Hoy lamentáis los tiempos de mi lucha?
¿Fue para el bien común vuestra cosecha?
¿Habéis enriquecido mi ciudad?
No me juzguéis, vivientes. Estoy muerto.
Ni espíritu ni cuerpo sobreviven.
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