CAPÍTULO X - EMILY BRONTË

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 CAPÍTULO X - EMILY BRONTË

 


EMILY BRONTË

 

Emily Jane Brontë (Ellis Bell), poetisa y escritora británica.

Thornton, 30-07-1818; Haworth, 19-12-1848.

 

Emily Brontë fue la quinta hija del matrimonio entre el párroco anglicano irlandés Patrick Brontë y María Branwell, nativa de Penzance, una provincia de la costa sur de Inglaterra. En 1821 Patrick aceptó un curato en la parroquia de Harworth, a donde se mudó con toda su familia. Poco tiempo después María Branwell enfermó de un cáncer que en siete meses acabó con su vida.

En ese momento la familia quedó con cinco niñas y un muchacho, y el párroco decidió enviar a sus hijas a Cowan Bridge School, un Instituto mantenido con donaciones, cuyo bajo costo le permitía enviarlas a todas.

María y Elizabeth, las dos mayores, ingresaron en la institución en julio de 1824. Charlotte las siguió en agosto y Emily en noviembre. Anne, tenía apenas un poco más de cuatro años.

Tanto María como Elizabeth contrajeron la tuberculosis. María, de once años, regresó enferma a casa en febrero de 1825 y falleció en mayo, mientras sus hermanas continuaban en el colegio. Elizabeth, que entonces tenía diez años, también regresó a casa víctima de la misma enfermedad y falleció cinco semanas después, el 15 de junio. Para ese momento ya Charlotte y Emily estaban de nuevo en casa.


Así las cosas, las tres hermanas menores quedaron al cuidado de la tía materna Elizabeth, rancia y estricta, que las mantuvo dentro de los límites estrechos de la época. Sin embargo, su padre, que era un hombre culto, les permitió leer casi sin restricciones los periódicos y revistas de la época, y las obras de Shakespeare y Byron lo mismo que la Biblia. Por lo tanto, las inquietudes intelectuales de la familia eran el resultado de un sólido aprendizaje cultivado desde la infancia.


A Patrick Brontë el trabajo se le había multiplicado y los ingresos se le habían vuelto insuficientes para mantener a su familia. Su esposa María no solo era la dama de una familia pudiente, con los conocimientos necesarios para educar a cualquier joven de clase alta, sino que recibía una herencia de 50 libras al año, que dejaron de llegar a la familia después de su muerte.

Patrik no podía descuidar sus labores en la parroquia porque además de ser el único ingreso de la familia, les proveía el lugar donde vivían: una casa parroquial en la cima de una colina, a medio camino entre el cementerio y la iglesia del pueblo.

 

En ese ambiente bucólico el espíritu de la pequeña Emily empezó a descubrir, en el silencio y en las voces de aquella naturaleza solitaria, un aire de infinita libertad, de melancolía, de sensaciones metafísicas, y a percibir alegrías y emociones que necesitaban encontrar alguna manera de expresarse.

“La libertad era el aliento vital de Emily. Sin ella se moría”, escribió su hermana Charlotte en una carta.

La saga de Gondal, serie de cuentos de carácter fantástico atribuida a Emily y Anne, escrita en 1831, representa su primera experiencia literaria, y fuente de inspiración para muchos de los posteriores poemas de Emily.

Entre 1836 y 1846 Emily escribió alrededor de 160 poemas, considerados entre los mejores de la poesía inglesa, pero poco conocidos en español debido a las dificultades de la traducción. Las pocas que se conocen, muestran diferencias puntuales significativas.

 

Las primeras novelas de las hermanas Brontë se publicaron bajo seudónimos ambiguos que podían interpretarse indistintamente como de hombres o mujeres, y se identificaban por sus iniciales: Ellis (Emily) Bell, Curris (Charlotte) Bell y Acton (Anne) Bell.

Su única novela Wuthering Heights, publicada en 1847 y recibida con escepticismo por la crítica, que la consideró salvaje y violenta y de estructura demasiado compleja, se convirtió posteriormente en una de las obras clásicas de la literatura inglesa.

Es una obra de pasión y odio, de mucha imaginación, ambientada en los páramos de Yorkshire. Emily fue quizás la más grande de las tres hermanas Brontë, pero el registro de su vida es extremadamente pobre, pues se mantuvo reservada y en silencio, no dejó correspondencia de interés y su única novela oscurece en lugar de resolver el misterio de su existencia espiritual.


De Wuthering Heights se han hecho numerosas películas, entre otros por directores como Luis Buñuel, Robert Fuest, Peter Kosminsky y Andrea Arnold. También ha sido llevada muchas veces a la televisión y al teatro.

 

Wuthering Heights, donde Emily cuenta la historia de Heathcliff y Cathy, sugiere el “más que probable amor adolescente con Robert Clayton”, un muchacho humilde y rupestre con quien jugaba en los páramos de Haworth. Después de que su padre la enviara a un internado, Robert murió, el 14 de diciembre de 1836. Un poema con las iniciales R. C. está firmado por Ellis Bell.

 

Emily Brontë tenía apenas treinta años cuando murió víctima de la tuberculosis. Sus restos reposan en la Iglesia de San Miguel y todos los Ángeles, en Haworth, Inglaterra.

Uno de sus biógrafos cita estas como sus últimas palabras, a su hermana Charlotte:


Si vas a enviar por un médico, lo veré ahora mismo.

 

Hay un cenotafio en su honor en la Abadía de Westminster en Londres:

 

Con coraje para perseverar.

 

 


EL VIEJO ESTOICO - (The old stoic)

 

Tuve por el amor risa y desprecio,

desdén por la riqueza;

y fue mi sed de fama solo un sueño

que se llevó la niebla.

Y en mi oración nomás una plegaria

mis labios rezarán:

“Olvida el corazón que me acompaña,

y dame libertad”.

Y al rendirme al destino que me rige

solo quiero implorar:

En la vida y la muerte un alma libre

para perseverar.

 

 


MI ALMA NO ES COBARDE o ÚLTIMAS LÍNEAS

(No coward soul is mine or Last Lines.)

 

Mi alma no es cobarde,

no tiembla en la tormenta turbadora del mundo:

Veo brillar los Cielos,

y la Fe brilla igual y me arma contra el Miedo.

 

¡Dios Todopoderoso,

que moras en mi pecho, Deidad omnipresente!

Vida, que en mí reposa,

como yo, Vida Eterna, ¡en ti poder tenemos!

 

Son vanos los mil credos

que mueven corazones - inusualmente vanos,

como hierbas marchitas,

como espumas ociosas en un mar sin orillas,

 

no despiertan mis dudas

que han sido sostenidas por Tu amor infinito

y firmemente ancladas

a la roca inmutable de la inmortalidad.

 

Con amor absoluto

Tu espíritu es la vida de los años eternos,

sustenta, esparce, incuba,

cambia, sostiene, crea, disuelve, erige y cuida.

 

Si desaparecieran

los hombres y la tierra, y soles y universos

dejaran de existir,

y Tú quedaras solo, todo viviría en Ti.

 

No cabe aquí la Muerte

ni átomo que su fuerza pudiera destruir:

Tú eres Ser y Aliento,

ni Tú ni lo que eres podrá ser destruido.

 

 


VEN, CAMINA CONMIGO - (Come, walk with me)

 

Ven, camina conmigo,

sólo me quedas tú

para exaltar mi espíritu –

Amábamos vagar sobre la nieve

en las noches de invierno;

¿No podemos volver a esos placeres?

Las nubes se abalanzan oscuras y salvajes

y salpican de sombra las montañas

igual que en el pasado

y sobre el horizonte finalmente se posan

en acechantes masas apiladas,

mientras fugaz la luna brilla y pasa

y apenas deja ver una sonrisa.

 

Ven, camina conmigo;

ayer no éramos pocos

pero la muerte va robando todo

como el rayo de sol roba el rocío –

uno por uno se los fue llevando

y ya sólo los dos hemos quedado.

A tu piel ceñiría mis sentimientos

porque tan solo en ti pueden quedarse.

 

No, no me llames – puede que no esté,

¿es el humano amor tan verdadero?

¿puede acabarse la amistad por años

y luego renacer?

Jamás, aunque la tierra esté mojada en lágrimas,

sin importar cuán bello es lo que crece

la savia de la vida una vez muerta

no volverá a fluir

y peor que en aquella morada pavorosa,

la angosta celda que es el tiempo muerto

hiere y divide el corazón del hombre.

 


 

CUANDO TENGA QUE DORMIR - (When I shall sleep)


¡Oh, por ese momento en que estaré dormida

sin que importe quién soy,

si me moja la lluvia o me cubre la nieve

o no me llega el sol.

 

No ha prometido el cielo cumplir estos deseos,

¿podrán cumplirse todos? ¿la mitad?

pero ni el fiero infierno con sus voraces llamas

doblegará esta firme voluntad.

 

Así lo dije ayer, y aún digo lo mismo,

lo diré hasta mi muerte-

hay en este escenario tan pequeño tres dioses

en permanente guerra:

 

Pero el cielo no puede contenerlos a todos

y se aferran a mí;

y por lo tanto míos serán hasta que olvide

mi existencia presente.

 

¡Oh, tiempo en que en mi seno

terminen sus batallas!

¡Oh, día en que repose,

y ya no sufra más!

 



CITAS

 

- Permítame que me tome la libertad de preguntarle cómo se las arregla para vivir sin libros.

 

- Ya veremos si un árbol no crece tan torcido como otro cuando es el mismo viento el que los inclina.