CAPÍTULO XXIX
PIETRO METASTASIO
Pietro Antonio Domenico Bonaventura Trapassi, poeta italiano, escritor, dramaturgo y
libretista de ópera, de excepcionales cualidades poéticas y musicales,
reformador del melodrama italiano.
Roma, 03-01-1698;
Viena, 12-04-1782.
Era el menor de cuatro hijos de
Felice Trapassi, adscrito al regimiento militar corso del papado, y de
Francesca Galasti, quien murió prematura y repentinamente a los veinticuatro
años.
En 1709 fue descubierto por
Gian Vincenzo Gravina, quien lo adoptó y se ocupó de proporcionarle una
educación a la altura de sus talentos, educación que incluía latín, griego,
humanidades y derecho, como se deduce de su traducción de La Ilíada
cuando apenas tenía doce años.
Gravina murió en 1718 y
Metastasio heredó una considerable fortuna que dilapidó en poco tiempo y tuvo
que emplearse como jurista en el bufete de un abogado que muy pronto lo
consideró mejor dotado para las letras que para las leyes.
Tras la muerte de Gravina,
Pietro se había comprometido con Rosalía Gasparini, hija del músico Francesco,
pero el intento fracasó a pesar de la aprobación de Francesco y del contrato
firmado entre los dos jóvenes. A última hora, Rosalía decidió casarse con otro
pretendiente.
Comenzó entonces su carrera
musical con el drama Orti Esperidi, compuesto
por solicitud del virrey de Nápoles, protagonizado por “La Romanina” Marianna
Bulgarelli y de éxito inmediato. La actriz, ya famosa, lo patrocinó para que
estudiara música, lo hizo escribir una de sus piezas más exitosas, Didone abbandonata y lo llevó a sus
presentaciones en Roma y Venecia, con lo cual consolidó su ingreso al mundo de
la música. Posteriormente los éxitos continuaron con Catone in Utica, Ezio,
Semiramide riconosciuta y Alessandro
nelle Indie, entre otros.
Desde 1730 en que el autor de
melodramas Apostolo Zeno lo recomendó como su sucesor y Carlos III de Austria
lo nombró “poeta laureado” de la corte imperial y fue consagrado como poeta
oficial del teatro de Viena, Metastasio compuso numerosas obras de la Historia
de Roma basadas en autores latinos y griegos de diferentes épocas. En la corte
vienesa pasó el resto de su vida durante los reinados de María Teresa y José II
de Habsburgo.
A mediados de 1730 se instaló en la
residencia vienesa de un español de Nápoles, Niccoló Martines, donde continuó
hasta su muerte, porque se había enamorado de su hija, la cantante, pianista y
compositora Marianne von Martines, su último amor.
Debido a que no era de noble cuna, en
Viena no llevó una vida social muy activa, pero lo compensó con su íntima
amistad con la condesa María Guillermina de Althann, pariente de su antigua
protectora la princesa Pinelli di Sangro, casada con el marqués Belmonte
Pignatelli, para cuya boda había compuesto una de sus primeras obras, el
epitalamio Endimión.
De su denominada época madura merecen
mencionarse Artaserse, Adriano in Siria, Olimpiade, La clemenza di Tito y Atilio Régulo.
De 1745 en adelante Metastasio escribe
poco, en parte debido a su estado de salud, cada vez más precario. Es de
destacar, sin embargo, la famosa cancioncilla Ecco quel fiero instante, muy popular en ese momento, dedicada a su
amigo el cantante Farinelli (Carlo Broschi).
En 1755 muere
la condesa Althann y Metastasio se retira de su casa, ahora envejecido y
carente de ideas artísticas, y se dedica a impartir enseñanzas poéticas y
musicales a la futura reina de Francia, la joven archiduquesa María Antonieta.
La relación de la condesa Althann con
Metastasio fue tan íntima que algunos sospecharon que, después de quedar viuda,
se habían casado en secreto, lo cual fue siempre desmentido por Metastasio.
En 1768 es nominado a la prestigiosa Accademia della Crusca, institución
fundada en Florencia en 1583, que recoge estudios científicos de expertos en
lingüística y filología italiana y se caracteriza por su empeño en conservar la
pureza de la lengua italiana original.
Vale recordar que los numerosos libretos
que escribió fueron puestos en escena más de ochocientas veces y fueron
musicalizados por celebridades de la talla de Mozart, Bach, Handel, Vivaldi y
Pergolesi.
Uno gran aporte de Metastasio al teatro lírico es la arietta, aria corta y menos elaborada de lo habitual, generalmente para una sola voz.
A los 84 años
muere en Viena, dejando una fortuna de 130.000 florines a los cinco hijos de su
amigo Niccoló Martines.
Sus restos reposan
en la Iglesia de San Miguel Arcángel, en Viena.
El epitafio es un fragmento de su poema Sogni e favole io fingo:
Es el camino de mi vida un sueño.
Haz que cuando despierte, Señor mío,
encuentre en la Verdad reposo eterno.
Finalmente, leamos
las elocuentes palabras con que el viajero musicólogo Charles Burney calificaba
a Metastasio en su obra de 1771, The Present State of Music in France and
Italy:
Tal vez pueda decirse, y con razón,
que de entre todos los poetas elegantes y geniales de nuestro tiempo no haya
otro como Metastasio, tal vez el único poeta lírico.
FINJO
SUEÑOS Y FÁBULAS - (Sogni e favole io fingo)
Aun sobre el papel, mientras
escribo
y adorno y finjo fábulas y
sueños,
loco cual soy, es tal mi
compromiso
que lloro y odio por el mal que
invento.
¿Soy más sabio si el arte no me
engaña?
¿Habrá en las alas del ingenio
paz?
¿O desdeño el amor porque me
llama
con sólida razón desde el umbral?
Fábulas son mi canto y lo que
escribo,
fábulas cuanto temo y cuanto
espero;
todo es mentira y vivo en el
delirio.
Es el camino de mi vida un sueño.
Haz que cuando despierte, Señor
mío,
encuentre en la Verdad reposo
eterno.
CITAS
-
La abeja y la serpiente a menudo beben de la misma flor.
-
El que vive enamorado delira, a menudo se lamenta, siempre suspira, y sólo
habla de morir.