CAPÍTULO LX - AMY LEVY

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 CAPÍTULO LX

AMY LEVY

 

Amy Levy, poetisa, ensayista, traductora y novelista británica.

Londres, 10-11-1861; id., 10-09-1889.

Era la segunda de siete hijos de una acomodada familia anglojudía que participaba activamente en actividades literarias y teatrales que los integraron por completo a las costumbres de la vida victoriana. Katie, su hermana mayor, fue también su confidente y amiga muy cercana.

A los quince años fue enviada a la Brighton High School, donde vivió en su propio apartamento y su familia la visitaba regularmente.

Allí aprendió geografía, historia, francés, alemán, matemáticas y latín. Su directora, Edith Creak, tenía apenas veintiún años y era una de las cinco primeras mujeres graduadas en Cambridge. Su carácter independiente, intelectual y moderno fue un modelo para Amy. Fue su primer amor y desarrolló por ella una intensa pasión, que siempre mantuvo en secreto.

A los diecinueve publicó su primer libro de poesías, Xantippe and Other Verse. Sus amigos de la época eran jóvenes del mundo literario con inclinaciones socialistas.

Acomplejada por su tez oscura y la nariz grande de sus ancestros hebreos, Amy se consideraba poco atractiva y se sintió rechazada en Inglaterra. Adicionalmente, su familia era demasiado liberal para los cánones de sus correligionarios, amén de su condición de lesbiana, algo completamente censurable entre judíos.

Hay que anotar, sin embargo, que el enfoque de su sexualidad ha tomado un giro distinto en los últimos años, debido a la evidencia de que Amy se sintió también muy atraída por el estadístico Karl Pearson, uno de sus contemporáneos de Cambridge, en ese momento miembro del King’s College y luego profesor de Matemáticas en London College.

También hay que sumar que mientras estaba en Cambridge, tuvo que luchar con lo que describió en una carta a su madre, como su “timidez maldita”.

Como si fuera poco, sus aires de libertad y sus ambiciones literarias, eran una piedra en el zapato de la ultraconservadora sociedad victoriana.

Desde niña manifestó severos estados de depresión, que aumentaron con la inestabilidad de sus relaciones amorosas y con la angustia de su creciente sordera, pero siguió escribiendo, publicando y viajando por Europa.

En 1886, Amy estaba en Florencia, donde conoció a la escritora Violet Paget, más conocida por su seudónimo de Vernon Lee, bajo el cual escribió ficción sobrenatural, así como ensayos sobre las artes. Violet era lesbiana y estaba involucrada en una relación con la poetisa y novelista Agnes Mary Robinson. Al parecer, Amy se enamoró de Violet, y a su regreso a Inglaterra le escribió unas cuantas cartas, aunque Violet no parecía corresponderle.

Al respecto, en cartas a su madre, Amy confesó: “No la amo, pero es una personita pobre e inteligente y puede hablar poesía”. Tal vez la veía más como una amiga y alguien con quien pasar el tiempo.

Con todo, los poemas de amor que Amy le envió a Lee, como To Vernon Lee y New Love, New Life, son reveladores, tanto como las cartas en donde le expresó su admiración.

La amistad con Violet Paget permitió que Amy ingresara a su círculo de amigos y conocer, entre otros, a la poetisa y escritora Dorothy Blomfield.

Con la novela The Romance of a Shop ya publicada y Reuben Sachs, a punto de publicarse, Levy regresó Florencia en noviembre de 1888; sus cartas muestran que estaba triste por el final de una relación romántica con una mujer, probablemente Dorothy Blomfield, de quien parecía estar enamorada, pero presintiendo su rechazo, abandonó cualquier posibilidad con ella.

En Reuben Sachs, Levy describe las tensiones existentes entre dos grupos antagónicos de la sociedad anglojudía. Por un lado aquellos que abandonaban poco a poco sus costumbres judías con el fin de adaptarse a la cultura inglesa, y por el otro quienes se resistían a integrarse y mantenían sus raíces culturales y religiosas.

Amy se dio a conocer principalmente por su poesía y sus ensayos, publicados en la famosa revista Women’s World que dirigía Oscar Wilde. También publicó algunas novelas.

Entre sus demás obras merecen mencionarse:

A Minor Poet and Other Verse (1884), A London Plane-Tree and Other Verse (1889), la novela Miss Meredith (1889), y The Complete Novels and Selected Writings of Amy Levy.

El 7 de septiembre cenó con su hermana Katie y un día después escribió lo que sería la última entrada de su diario: «Sola en casa todo el día».

Dos meses antes de cumplir sus 28 años se quitó la vida inhalando monóxido de carbono.

De acuerdo con su última voluntad, Amy fue cremada y sus cenizas reposan en el Cementerio de Balls Pond en Londres.



EN EL BOSQUE NEGRO - (In the black forest)


Me recosté debajo de los pinos,

y vi arriba, entre la oscuridad,

frondosas copas de árboles,

brillantes destellos, vivas franjas azules.

Cerré los ojos, y un sueño

se apoderó de mis sentidos:

«Aquí yazgo muerta y sepultada,

y esto es tierra de cementerio.

Aquí descanso para siempre,

no hay más angustias ni conflictos».

Me invadió de inmediato la tristeza

por mi lamentable vida pasada.

La justicia ofendida, el conocimiento rechazado;

la sabiduría despreciada por lo fácil;

la pereza y la transgresión y el fracaso;

¿debí por eso sentirme triste?

A menudo me hicieron sentir triste; ahora no podrán;

mi corazón estaba lleno de dolor

por la alegría que nunca tuvo.



EPITAFIO EN UNA ENCRUCIJADA- (A crossroad epitaph).

 

                                 «A los suicidas los entierran en las encrucijadas».


Cuando me cubrió la oscuridad del mundo

invoqué a Dios, pero jamás llegó.

Después, con el tedio creciente de mi suerte,

llamé al Amor, pero el Amor no vino.

Cuando me sucedió lo peor,

Solo tú, Muerte, me escuchaste.



A LA MUERTE - (To death)


Si está mi corazón enmohecido,

si la llama de la Poesía

y la llama del amor se han apagado,

destruye totalmente mi cuerpo.

Muy rápido, sin pausa ni demora;

no dejes que se sepa la historia de mi vida

muerta con la ceniza de los sentimientos,

y deja que alce el vuelo quien te canta.


LOS DOS TERRORES - (The two terrors)

Dos terrores espantan mi alma noche y día:
El primero es la Vida, y con ella los años;
un cansado y sinuoso tren de oscuras vestales,
con la mirada al frente, muy tristes para llantos;
y sobre cuyos rostros, inexpresivos, grises,
aparece la sombra de la calamidad.
El segundo es la muerte; ¿quién dirá qué figura
viene bajo el sombrío sudario que la cubre?
No importa adonde vaya, mi alma no halla alivio,
mi alma adolorida no será consolada;
alternativamente vuela de pena en pena,
y entre las dos se mece de terror en terror.
Al primero le teme porque ya lo conoce,
y ante el que no conoce, desfallece de miedo.



CITAS


- No hay nada más terrible, más trágico, que la ignorancia de una mujer respecto a su propia naturaleza, sus propias posibilidades, su propia pasión.

 

- Su verdad intransigente, su profundidad de sentimiento y, sobre todo, su ausencia de cualquier palabra superflua, la convierten, en cierto modo, en un clásico.

(Oscar Wilde, sobre la novela Reuben Sachs).


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