CAPÍTULO V - ELIZABETH BARRETT BROWNING
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CAPÍTULO V
ELIZABETH BARRETT BROWNING
Elizabeth Barrett Moulton-Barrett, poetisa
británica del llamado Movimiento
romántico de la era victoriana, cuya reputación se basa principalmente en
sus poemas de amor y su compromiso político.
Coxhoe Hall, Durham, Inglaterra,
06-03-1806; Florencia, Italia, 29-06-1861.
Era hija de Mary Graham-Clarke, de familia
adinerada entre cuyos ancestros se encontraba el rey Eduardo III de Inglaterra,
y de Edward Moulton-Barret, rico plantador de azúcar que había heredado las
haciendas de su abuelo en Jamaica.
La mayor parte de su niñez la pasó en una casa de campo en Malvern Hills, Worcestershire, donde fue extraordinariamente feliz. Sin embargo, a la edad de 15 años, enfermó gravemente, quizás como resultado de una lesión en la columna, y su salud se vio afectada por el resto de sus días.
Desde niña recibió una esmerada educación
que incluyó lecturas de Dante Alighieri, John Milton y William Shakespeare, y
de los clásicos griegos y latinos. Antes de los diez años ya había leído en
griego las obras de Homero.
En 1826 publicó anónimamente su primera
colección poética An Essay on Mind, With
Other Poems.
En 1832 la familia se trasladó a Sidmouth,
Devon, y en 1833 publicó su versión de Prometheus bound, del dramaturgo
griego Esquilo.
En 1836 se trasladaron a Londres, donde
contribuyó a varias publicaciones periódicas, y su primera colección, The Seraphim
and Other Poems, apareció en 1838.
Por razones de salud, pasó los siguientes
tres años en Torquay, Devon. Después de la muerte por ahogamiento de su hermano
Edward, desarrolló un terror casi mórbido a compartir con personas que no estuvieran
dentro de su pequeño círculo de íntimos.
Entre 1841 y 1844 escribió numerosos
poemas y trabajos en prosa, y muchas traducciones. El poema The Cry of the
Children, publicado en Blackwoods en 1842, condenando el trabajo infantil,
ayudó a realizar reformas legales mediante el apoyo a la Ley de diez horas de
Lord Shaftesbury.
Su nombre ya era muy conocido en los
círculos literarios, y en 1844 su segundo volumen de poesía, Poems, fue
recibido con entusiasmo y atrajo la atención del poeta Robert Browning, quien
le envió una carta en enero de 1845 que comienza con “Amo tus versos con todo
mi corazón, querida señorita Barrett”, y culmina con “Yo, como digo, amo estos
libros con todo mi corazón, y también te amo.” Se conocieron a principios del
verano. El progreso de su noviazgo está registrado en sus cartas, y se mantuvo
en secreto para el despótico padre de Elizabeth, a quien ella temía.
The Sonnets from the Portuguese (1850) escritos en secreto antes de su matrimonio, dedicados a su esposo y
considerados por la mayoría de los críticos como su mejor obra, registran su
renuencia a casarse, pero su boda tuvo lugar el 12 de septiembre de 1846. Su
padre no lo sabía, y Elizabeth siguió viviendo en casa durante una semana.
Los Browning se mudaron a Pisa y cuando
Edward Barrett murió en 1857, Elizabeth aún no había sido perdonada.
Mientras estaba en Pisa, escribió The
Runaway Slave at Pilgrim’s Point, otra de sus protestas contra la
esclavitud en los Estados Unidos.
Luego, la pareja se instaló en Florencia,
donde nació su único hijo, Robert Wiedemann Barrett, en 1849.
En 1851 y en 1855 la pareja visitó
Londres. Durante la segunda visita, Elizabeth completó su obra más ambiciosa, Aurora
Leigh (1857), un largo poema en verso blanco que cuenta la complicada y
melodramática historia de amor de una joven y un filántropo equivocado, en un
vocabulario que refleja sus lecturas de infancia y su erudición y
facilidad para los idiomas clásicos y modernos. Ella consideraba que este era
su trabajo más maduro, donde figuraban sus convicciones más elevadas sobre la
vida y el arte. A la postre, no impresionó a la mayoría de los críticos, pero
fue un éxito popular.
Actualmente Aurora Leigh es
considerado un texto feminista temprano.
Durante los últimos años de su vida, Barrett
desarrolló un interés en el espiritismo y el ocultismo, pero su energía y
atención fueron principalmente absorbidas por una obsesión por la política
italiana, hasta un grado que alarmó a sus amigos más cercanos. Casa Guidi
Windows (1851) había sido un intento deliberado de ganarse la simpatía de
los florentinos, y ella seguía creyendo en la integridad de Napoleón III.
En Poems Before Congress (1860), el
poema A curse for a Nation fue confundido con una denuncia contra
Inglaterra, cuando en realidad era una crítica a la esclavitud estadounidense.
En el verano de 1861, la salud de Barrett
empeoró y un resfriado severo le ocasionó la muerte. Sus restos reposan en el
cementerio inglés de Florencia.
Hermosa, fue su última palabra, respondiendo
a su esposo que le preguntó cómo se sentía.
En una placa en la
fachada del Museo Casa Guidi, en la vía Maggio de Florencia, se la recuerda con
esta inscripción del escritor, lingüista y patriota italiano Niccolò Tommaseo:
Aquí escribió y murió
Elizabeth Barrett Browning
que en su corazón de mujer
conciliaba
la ciencia de los doctos con
el espíritu de los poetas
e hizo de sus versos un anillo
dorado
entre Italia e Inglaterra.
Florencia agradecida erige
este memorial. 1861.
En la vía Mazzeta,
se leen estos versos, tomados de su poema Casa Guidi Windows:
Oí anoche
un niño que pasaba
cantando
cerca de las
ventanas de la Casa Guidi
hacia la iglesia
“Oh bella
libertad, oh bella...”
SONETO N° 14 - (If thou must love me)
Si me tienes que amar, deja que sea
tan solo por amor. No digas nunca,
“La amo por su sonrisa, su mirada,
su manera de hablar, su claro ingenio
que a los dos nos divierte y que nos trajo
agradables momentos aquel día”.
Porque un amor forjado en veleidades
y cosas pasajeras y cambiantes
también puede morir. Tampoco me ames
por tu piedad que seca mis mejillas
porque gracias a ti puedo olvidarme
de llorar y perder así tu amor.
Ámame por amor para que siempre
en el eterno amor sigas amando.
SONETO Nº 28 - (My Letters)
¡Mis cartas! ¡Papel muerto, mudo y blanco!
Pero parecen vivas
esta noche
entre mis manos
trémulas que sueltan
el cordel que las
deja en mis rodillas.
Esta hablaba de verme
como amigo,
esta fijaba un día en
primavera
para tocar mi mano…
algo sencillo,
pero lloré por ello.
Esta, luz pura,
decía: Te amo, y yo
temblé de miedo,
como si Dios tronase
en mi pasado.
Esta decía, soy tuyo,
en tinta pálida,
sobre mi corazón
acelerado.
Y esta… Amor… tus
palabras mancharía
si por fin me
atreviese a repetirlas.
SONETO Nº 43 - (How do I love Thee?)
¿Cómo te amo? Deja
que te cuente:
Te amo desde lo hondo
y ancho y alto
que abraza mi alma
cuando se extasía
por confines del Ser y de la Gracia.
Te amo hasta el nivel
del cotidiano
deseo elemental, con
sol y lámpara.
Te amo libre y pura,
cual la lucha
del hombre por el bien y por la gloria.
Te amo con pasión, la
que tenían
viejos lamentos; con
mi fe de niña,
con la ternura que
creí perdida
tras mis perdidos
santos. Con mi aliento,
sonrisa, llantos,
vida. Y si Dios quiere,
te amaré mucho más
después de muerta.
CITAS
- Quien ama realmente, cree en lo imposible.
- Los libros son los maestros que nos enseñan sin varas, sin palabras o rabia, sin pan o dinero. Si te acercas a ellos no los encontrarás dormidos. Si los buscas no se esconderán. Si estás equivocado no te regañarán. Si ignoras algo, ellos no se reirán de ti.
-
Todos los héroes reales son hombres esenciales, y todos los hombres son héroes
posibles.
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