CAPÍTULO XLIV - THOMAS GRAY

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 CAPÍTULO XLIV

THOMAS GRAY

 

Poeta inglés, considerado el segundo más importante del siglo XVIII después de Alexander Pope, y precursor de los poetas del Romanticismo.

Londres, 26-12-1716; Cambridge, 30-07-1771.

Era el quinto de doce hijos del escribiente Philip Gray y de la sombrerera Dorothy Antrobus, y el único que sobrevivió a la infancia.

Estudió en Eaton College, donde trabajaban sus tíos maternos Robert, que fue su primer maestro, y William, que se convirtió en su tutor. Allí conoció entre otros a Richard West y Horace Walpole, cuya amistad lo acompañaría toda la vida.

Fue una época feliz que Gray recordaría con nostalgia años después en An Ode on a Distant Prospect of Eton College.

Entre 1734 y 1738 asistió a la Universidad de Cambridge, y se retiró para emprender una gira por Europa en 1739, en compañía de Walpole.

En 1742 regresó a Cambridge y se licenció en Derecho en noviembre del año siguiente, aunque en realidad estaba mucho más interesado en la literatura griega que en las leyes.

En Cambridge se le tendría en adelante por un hombre de letras, un erudito reconocido como uno de los intelectuales más brillantes de su generación, y tres años antes de su muerte sería honrado con la Cátedra Regius de Historia Moderna. 

En general, la poesía de Gray se preocupa por el rechazo al deseo sexual y la figura del poeta en sus poemas es a menudo solitaria, alienada y marginal.

Su producción poética fue muy pequeña, y algunos de sus críticos señalan que sus poemas fueron generalmente breves y, a menudo, inacabados.

En 1757, con la ayuda de Walpole publicó The Progress of Poetry y The Bard: A Pindaric Ode. Este mismo año rechazó el ofrecimiento del galardón de Poeta Laureado.

Perteneció al grupo de los llamados Poetas de cementerio, integrado entre otros por William Collins, Thomas Percy, Thomas Warton, Joseph Warton, Robert Blair, Thomas Parnell y Edward Young.

El hecho personal más significativo de sus últimos años fue una breve e intensa amistad con un joven estudiante suizo, Karl Victor von Bonstetten. Aparentemente, la amistad se complicó por el deseo físico de Gray, aunque se cree que no hubo ninguna relación sexual entre ellos.

A mediados de Julio de 1771, poco después de su regreso a Cambridge sufrió un ataque de gota que rápidamente se tornó alarmante. Pocos días después, mientras cenaba en Pembroke College se sintió muy mal y murió dos semanas después en su casa de Pembroke.

En sus Souvenirs de 1832, von Bonstetten reflexiona así sobre el poeta: “Yo creo que Gray jamás amó, esa es la clave del enigma; el resultado fue una pobreza de corazón que contrastaba con su ardiente y profunda imaginación, que, en lugar de comprender la felicidad de su vida, era sólo su tormento”.

Los logros literarios de Gray, como los de William Collins, James Macpherson, Thomas Chatterton, William Cowper, Christopher Smart y Joseph y Thomas Warton, se vieron ensombrecidos por la aparición en las décadas de 1780 y 1790 de Wordsworth, Coleridge y la rápida segunda generación de escritores románticos.

Sus restos reposan en la Iglesia de Saint Giles en Stoke Poges, Buckingham.

El epitafio es un fragmento -concretamente las estrofas 4 y 9- de su famoso poema Elegy Written in a Country Churchyard:


Bajo los rudos olmos y el tejo que sombrea

sobre la podredumbre la verdecida grama,

descansan en sus nichos, -eterna y viva llama-,

dormidos para siempre los padres de la aldea.


Poderes y blasones, la riqueza ilusoria,

la efímera belleza que nuestros sueños dora,

esperan igualmente su inevitable hora:

Sólo a la tumba llevan las sendas de la gloria.


En el Rincón de los Poetas de la Abadía de Westminster, un monumento en su honor muestra una figura alegórica que sostiene un medallón con una inscripción de su biógrafo y amigo el poeta William Mason:


Ya no habrá Musa Griega que reine sin rival:

Paguen pues, las naciones, su tributo a Bretaña,

que en las notas de MILTON sintió el fuego de HOMERO

y el éxtasis de PÍNDARO en la lira de GRAY.


En el 39 Cornhill de Londres, la casa donde nació Gray, hay una placa conmemorativa con el primer verso de su celebrada Elegía:


Suena el toque de queda mientras se apaga el día.



SI TENGO QUE MORIR - (If I should die)


Si tengo que morir y abandonarte

olvida a los demás, despojos vivos

que celebran larguísimas vigilias

en el silencio del dolor y el polvo.

Por mí vuelve a la vida y a la risa,

tiempla tu corazón, tu temblorosa

mano para que ofrezcas un consuelo

a las almas más débiles que tú.

Termina mis labores inconclusas

que yo podré con eso consolarte.



EL EPITAFIO - (De Elegy Written in a Country Churchyard)


Duerme bajo el silencio de la pradera umbría

un joven que no tuvo ni fama ni fortuna;

palacio de la ciencia fue su modesta cuna

y lo llamaron hijo de la Melancolía.


Alma noble y sincera, corazón pan de trigo,

el cielo generoso lo cubrió con su manto;

entregó a la Miseria cuanto tuvo: su llanto

y recibió del cielo (cuanto pidió): un amigo.


No perturbes su calma. ¿Quieres saber acaso

hasta dónde flaquezas o méritos alcanzan?

(ellos esperan trémulos y plácidos descansan)

hasta que su Dios Padre los lleve a su regazo.



CITAS


- Donde la ignorancia es la felicidad, es una locura ser sabio.


- La juventud sonríe sin razón alguna: es uno de sus encantos.


- Los favoritos no tienen amigos.



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