CAPÍTULO XLVIII - WILLIAM HENLEY

Category:

 CAPÍTULO XLVIII

WILLIAM HENLEY

 

William Ernest Henley, poeta, crítico literario, dramaturgo y editor británico.

Gloucester, Gloucestershire, 23-08-1849; Woking, cerca a Londres, 11-07-1903.

Era el mayor de los seis hijos del impresor, encuadernador y marquetero William Henley, y de Mary Morgan, descendiente del académico, poeta y crítico literario Joseph Warton. El padre murió cuando el poeta era apenas un adolescente.

Fue educado en la Crypt Grammar School y en St. Andrews University.

Tenía apenas doce años cuando le diagnosticaron artritis tuberculosa, que siete años después hizo necesaria la amputación de su pierna izquierda, justo por debajo de la rodilla. Durante su convalescencia empezó a escribir poemas cuya característica principal destacaba temas de fortaleza interior, resiliencia y perseverancia.

En 1870 empezó a escribir para el semanario Period que publicó sus Bohemian Ballads.

En enero de 1878 contrajo matrimonio con Hannah Johnson Boyle, a quien había conocido cuatro años antes, hija menor de Edward Boyle, un ingeniero mecánico de Edimburgo y su esposa, Mary Ann Mackie.  Tuvieron una hija, Margaret Emma, que murió a los cinco años.

Entre sus numerosos libros de poemas podemos destacar A Book of Verses (1888), London Voluntaries (1893), Hawthorn and Lavender (1899) e In Hospital (1903). Este último narra en verso libre la cotidianidad de su estadía en el hospital durante su proceso de recuperación.

En 1888 publicó su famoso poema Invictus, que al parecer había escrito en 1874 como Poem IV, dedicado a Robert Thomas Hamilton Bruce, un mecenas literario cuyo negocio era el comercio de harinas.

Un siglo después, el poema sería una fuente de inspiración y coraje para el presidente Nelson Mandela durante sus años de cautiverio.

Henley fue editor del Scots Observer (que después se convirtió en el National Observer), donde se hizo amigo del escritor Rudyard Kipling. También fue amigo muy cercano del escritor Robert Louis Stevenson, quien hizo de la incapacidad física de Henley la caracterización de su personaje con pata de palo Long John Silver, en su famosa obra La Isla del Tesoro.

Stevenson y Henley escribieron juntos cuatro obras de teatro: Deacon Brodie (1880), Beau Austin (1884), Admiral Guinea (1884) y Macaire (1885).

Finalmente perdió su larga batalla contra la tuberculosis, un mes y medio antes de cumplir cincuenta y cuatro años. Pidió ser cremado y que sus cenizas fueran depositadas junto a las de su hija Margaret, en la Iglesia de San Juan Bautista en Luton, Bedforshire. Allí reposan también los restos de su esposa.

El epitafio es un fragmento de su poema In Memoriam: Margaritae Sorori:


¡Sea así mi partida!

Mi deber cumplido y el largo día terminado,

mi paga recibida, y en mi corazón

alguna tardía alondra cantando;

que sea llevado hasta el sereno oeste,

por el ocaso espléndido y sereno,

Muerte.



IN MEMORIAM: MARGARITAE SORORI


Una alondra tardía gorjea desde el cielo sereno:

Y desde el poniente,

donde el sol ha terminado su jornada

y se detiene con aire de alegría,

cae sobre la vieja, gris ciudad

un influjo sereno y luminoso,

una radiante paz.


La neblina asciende

en espiral de rosa y oro. Las cúpulas

brillan y han cambiado. En el valle

las sombras suben. La alondra continúa su canto. El sol

con su bendición final,

desaparece, y el aire ensombrecido

vibra con el aliento de la noche triunfante,

noche con su caravana de estrellas

y su magnífico regalo de sueño.


¡Sea así mi partida!

Mi deber cumplido y el largo día terminado,

mi paga recibida, y en mi corazón

alguna tardía alondra cantando;

que sea llevado hasta el sereno oeste,

por el ocaso espléndido y sereno,

Muerte.



INVICTUS


Sobre la negra noche que me cubre,

como abismo que va de polo a polo,

a los probables dioses agradezco

por el alma invencible que me dieron.


Presa de circunstancias azarosas

no he proferido gritos ni lamentos.

Bajo los rudos golpes del destino

mi sangrante cabeza no se inclina.


Fuera de este lugar de rabia y llantos,

se ve tan solo el negro de la sombra,

y sin embargo el paso de los años

me halla, y me hallará libre de miedo.


No importa cuán estrecha sea la puerta

ni la severidad de la sentencia,

soy el amo y señor de mi destino

y el capitán invicto de mi alma.



CITA


- Morimos muchas veces, antes de poder considerarnos muertos.

 

Comments (0)

Publicar un comentario