CAPÍTULO XIX - MARY ELIZABETH COLERIDGE
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CAPÍTULO XIX
MARY ELIZABETH COLERIDGE
Poetisa, novelista y ensayista
británica.
Londres, 23-09-1861; Harrogate, 25-08-1907.
Bisnieta del poeta
Samuel Taylor Coleridge, creció en un ambiente artístico y literario, y vivió en
una casa frecuentada por figuras de la talla de Lord Tennyson, Anthony
Trollope, John Ruskin y Robert Browning, entre otros.
Desde niña mostró su devoción por los libros y la literatura, y a los trece años escribió su primer poema. A los veinte empezó a escribir ensayos para varios periódicos. Aprendió griego y latín. Vivió con sus padres toda su vida y nunca se casó.
En 1896 apareció su primer libro de poemas Fancy’s Following, bajo seudónimo, en una edición privada y de tiraje limitado que se reimprimió varias veces agregando nuevos poemas, hasta que el escritor e historiador Henry Newbolt, meses antes de la muerte de Elizabeth lanzó una edición con más de 230 de sus poemas y con su nombre real. En 1954, la nieta de Newbolt, Theresa Whistler hizo una nueva edición The Collected Poems of Mary Coleridge, con 31 poemas adicionales.
Como novelista tuvo éxito con The King with Two Faces, un romance histórico basado en la vida del rey Gustavo III de Suecia, y The Lady on the Drawingroom Floor, que tuvo cinco reimpresiones en un año.
Enseñó gramática y literatura a mujeres jóvenes, primero en su casa y luego en el Working Women’s College, como parte de lo que creía era su deber cristiano de ayudar a los pobres.
Un mes antes de cumplir 46 años murió a consecuencia de complicaciones derivadas de una apendicitis, dejando inconcluso el manuscrito de su última novela y centenares de poemas sin publicar.
Sus restos reposan en el Cementerio de la Iglesia de Harrogate. Inglaterra.
Sobre su tumba se
lee:
Puro amor.
EL FUNERAL DEL DIABLO - (The Devil´s Funeral)
¡El
Diablo está muerto, queridos amigos!
¿Quiénes
son aquellos que llevan el féretro?
Uno de
ellos piensa que asesinó a Dios,
con la
misma espada que a Satán mató.
Hay otro
que piensa que ha salvado a Dios;
el Diablo
fue siempre el Dios de la lucha.
¡Un manto
purpúreo sobre él se extendió!
Es un
rey, se dice, pero es un rey muerto.
El peor
de los reyes nunca gobernó
como este
soberbio Rey de los Infiernos.
¿Y cuál
es el premio por todas sus penas?
Él mismo
está muerto, mas queda el Infierno.
Antes de
su muerte forjó su ataúd,
todo en
oro puro, pasó siete pruebas:
las
resplandecientes palabras doradas
de los
que juraban ser sus enemigos.
¿Y dónde
enterrarlo? ¡No será en la tierra!
Allí
nacerían flores venenosas.
No lo
arrojaremos tampoco en el mar,
el viento
y las olas lo liberarían.
¡Que sea
recostado directo en la pira,
sobre el
mismo fuego que ha vivido siempre!
Y de
pronto, en tanto crepitan las llamas,
Satán se
transforma en ángel de luz,
empezando
entonces su nueva tarea
por la que luchaba cuando vivía abajo.
NUNCA NOS DESPEDIMOS - (We never said farewell)
Nunca nos
despedimos, ni siquiera
cruzamos
una última mirada,
para que
no hubiera señales
cuando
rompimos el lazo de la unión
y pasamos la línea de los límites.
Y aquí
dormimos juntos, lado a lado,
nuestro
lugar fijado para siempre sobre el mármol.
Dos islas
que los rugientes mares dividieron
no
volverán a separarse.
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