CAPÍTULO XXXV - RALPH WALDO EMERSON

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 CAPÍTULO XXXV

RALPH WALDO EMERSON

 

Poeta, escritor, filósofo y ensayista estadounidense, de la escuela de los llamados trascendentalistas.

Boston, 25-05-1803; Concord, Massachussets, 27-04-1882.

 

Era el segundo de cinco hijos -otros tres murieron en la niñez- de William Emerson, un pastor unitario que falleció de cáncer de estómago cuando Ralph iba a cumplir ocho años, dejando a su familia en grave situación económica, y de Ruth Haskins.

Con enormes esfuerzos su madre logró que todos sus hijos fueran becados por la Universidad de Harvard, a donde Ralph llegó a los catorce años, para estudiar griego, latín, historia y retórica, después de haber asistido desde los nueve a la Boston Latin School.

Se graduó en 1821 y se marchó a Boston donde empezó a enseñar en la escuela para señoritas de su hermano William.

En 1825 ingresa en la Escuela de Teología de Harvard.

Conoció a su primera esposa Ellen Louisa Tucker en la Navidad de 1827 y se casaron cuando ella tenía apenas dieciocho años. La tuberculosis que ya la aquejaba acabó con su vida menos de dos años después. Sus últimas palabras: No he olvidado la paz y la alegría.

En septiembre de 1835 se casó con Lydia Jackson (Lidian, la llamaba Ralph), con quien tuvo cuatro hijos y lo acompañó hasta su muerte.

Sus escritos son considerados por la crítica documentos fundamentales de la literatura, la religión y el pensamiento americanos del siglo XIX.

Escribió numerosos ensayos entre los cuales sobresalen Nature, The American Scholar, The Divinity School Address, The Trascendentalist, Representative Men (que incluye ensayos sobre Platón, Napoleón, Swedenborg, Montaigne, Shakespeare y Goethe), Society and Solitude, Letters and Social Aims y New England Reformes.

También se destacó como poeta y traductor. Sus colecciones Poems, My Day and other Poems y Selected Poems, Work and Days, Ode to Beauty, The Past, Terminus y Water son algunas de las más conocidas.

En 1864 fue elegido Miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.

Hacia 1872 comenzó a tener problemas de memoria, agravados por trastornos de lenguaje causados por lesiones cerebrales, diagnosticados como afasia. Dado que para esa época estaba dedicado a dar conferencias, la enfermedad lo obligó a reducir y finalmente cancelar sus apariciones en público.

Una neumonía aparentemente ocasionada por un aguacero sorpresivo en plena calle, le ocasionó la muerte. Sus restos reposan en el Cementerio Sleepy Hollow de Concord, Massachussets.

El epitafio es un fragmento de su poema The Problem:


El bondadoso Maestro tendió su mano

a la grandiosa alma que volaba sobre Él.


El cenotafio que lo recuerda en el Rincón de los Poetas de la Catedral de San Juan El Divino en New York, reza:


Dadme verdades, porque estoy hastiado de apariencias.



EL PASADO - (The Past).


La deuda está pagada,

el veredicto dicho,

las Furias aplacadas,

la peste detenida,

los destinos trazados;

gira la llave y bloquea la puerta,

la muerte es eternamente dulce.


Ni altivas esperanzas, ni ancestrales rencores,

ni odios asesinos, pueden entrar.

Ahora todo es seguro e inalterable;

ni los dioses pueden agitar el Pasado;

vuela hacia la puerta adamantina

clausurada para siempre.


Nadie puede volver allí,

ni un ladrón muy avezado,

ni Satán con un truco genial,

pueden colarse por la ventana, fisura o agujero,

para anudar o desatar, añadir lo que faltaba,

insertar una página, forjar un nombre,

renovar o terminar lo que está encerrado,

alterar o enmendar un Hecho eterno.



JORNADAS - (Days)


Hijas del Tiempo, hipócritas Jornadas,

sofocadas y mudas cual derviches descalzos,

en fila interminable marchan una tras otra,

y traen en sus manos diademas y fagots.

A cada cual ofrecen regalos a placer,

pan y reinos y estrellas, y el cielo donde viven.

Yo, en mi jardín frondoso, contemplé la gran pompa,

olvidé mis deseos matutinos, y pronto

tomé unas pocas yerbas y manzanas; la Jornada

dio media vuelta y se alejó en silencio. Yo, muy tarde,

bajo su curva solemne vi el escarnio.



CITAS


- Las mentes pequeñas tienen preocupaciones pequeñas, las grandes mentes no tienen tiempo para preocupaciones. 

- No vayas por donde te lleve el camino, ve por donde no hay camino y deja tu huella.

- El erudito es educado por la naturaleza, los libros y la acción.

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